jueves, julio 30

Ajedrez divino



Dios: Desde ya te digo que yo ganaré esta vez. Porque ya vi que nunca aprendiste a ver las señales. Además que el tablero es mío; siempre ha sido mío…

Diablo: ¡Alas! Eso está por verse.

Dios: Así es. Ya veremos…
…es tu turno. Juegas de blanco esta vez.

Diablo: No me interesa el color de las piezas. Me importa ganar nuevamente. Además ¿Qué me quieres decir? Este tablero no es tuyo. Mira hacia abajo, ¡Mira a tus hombres! ¿No ves que hacen todo lo que les digo?
¡Tú porquería de Biblia ya nadie la lee!
La gente prefiere el Necronomicon; "Mi" Biblia…

Dios: OH, sí, si veo que nadie lee mi Biblia…

Diablo: ¿Y no te preocupa?

Dios: No. Más bien me ocupa el asunto.

Diablo: No comprendo porque me has mandado a llamar para una nueva partida. La vez anterior también gané yo en "Mí" terreno…

Dios: Sí, así fue. Pero ahora es diferente ¿O no recuerdas que este juego estaba pendiente? Lo que yo no entiendo es cómo puedes concentrarte hablando tanto. Es tu turno…

Diablo: Ah, Todopoderoso; no entiendes...
Pues disculpa si mi risa parece burla, pero es que sencillamente es eso; ¡Ja! ¡Una burla¡ Deja que te explique entonces, porque parece que los asuntos se te olvidan. Ha de ser la edad.
Me das risa. En verdad me haces reír.
En primer lugar, tú me hiciste el mejor de entre todos tus ángeles; tú me otorgaste esta mente ¿Recuerdas?
Y en segundo lugar, Tú me hiciste a "Mí" el más inteligente; por eso puedo hacer muchas cosas y anteriormente te gané. ¿Y ahora me dices que no entiendes? ¡Dios mío! ¡Qué mal está usted! ¡Ja!

Dios: …sí por supuesto; estoy mal, muy mal...

Diablo: Además, si accedí subir hasta aquí, es para verte derrotado una vez más. Pero como sea, debes reconocer que no soy tan soberbio como crees, ¿No te parezco divino por haber venido?

Dios: "Ha venido, nuestro Dios; la la ra ra la...."
Es linda esa composición...
Y bueno sí, por algo no hiciste problemas y viniste hoy. Y la soberbia, gran punto, porque…

Diablo: ¡OH! Sí, claro que me gustó aquello de divino, porque lo soy, Mr. Dios. Y la soberbia, pues fue lo que gané en el juego anterior. Y yo creo que no existe otro candidato para ganar la divinidad que has propuesto en este juego.
Nunca entendí porqué apostaste la soberbia: Si yo ganaba, sabías que la metería en los corazones de todos los hombres, y si perdía haría lo mismo ¡ja!
Tu bondad, confianza y estupidez en creer en las almas, realmente me abruma; aunque me da más risa en realidad.
Pero esta vez creo que será diferente, porque si gano, que de seguro será así, tendrás que darme tu divinidad.
A propósito, ¿Por qué has derrotado a todos mis caballos en el juego? ¡Me queda sólo uno!

Dios: Eres un imbécil. ¿Qué tiene que ver que digas "a propósito" con lo que estabas hablando? Tú apostaste la soberbia y una segunda partida, Diablo; y los caballos son una señal; repugnante Demonio. Es tu turno…

Diablo: Sí, sí, enseguida seguimos el juego. Pero, ¿Cómo? ¿Qué has dicho? ¿Acaso he oído de ti una "mala palabrita?" ¡JA, JA, JA!
¡Si me lo cuentan, no lo creo!
¿Tú? el más bondadoso, el magnánimo, ¡El perdón mismo! ¿Has dicho repugnante e imbécil?
¡Alas! Deja acomodarme en mi asiento antes de que respondas, porque me has dejado estupefacto; y en la tierra ha de haber temblado, seguramente.
¡Amén, Amén, que Dios el grande ha dicho algo que no es!
¡JÁ!
¡Y mira que curioso! Permíteme seguir con mi jueguito, porque me acabo de dar cuenta que en dos jugaditas más te dejaré en jaque con el caballito.
Ahora respóndeme, y a ver como te salvas de esta inminente derrota en la que te tengo.
¡Cómo me solazo contigo! ¡Diosito para los humanos desaparecido! ¡Ja!…

Dios: Pues montas bien el caballito, pareces todo un jinete y
estás a punto de ganar otra vez ¡Qué demonios!

Diablo: Pues sí, parezco todo un jinete de la muerte de tu divinidad. ¿No soy divino? Reconócelo; ¡Dilo!

Dios: Está bien; debo de reconocer: Eres todo un divino. Pero...
...la soberbia ha hecho que te fijaras en las palabras repugnante e imbécil y no en señales…
¡Ha terminado tu turno y tu reino allá en la tierra como en este juego! Si la vez anterior ganaste, fue sólo porque así lo quise; y la soberbia que te permití implantar en los hombres, fue para ver cuales de todos ellos incluido tú, eran los peones; y como pronto en estos tiempos bajará nuevamente el elegido a rescatar a los que valen la pena, es la razón por la cual acá te deberás quedar, y serás todo un divino pero compartiéndolo conmigo, porque acabo de cerrar tu mierda de infierno, ya que llegó el tiempo de que los hombres rectos vivan en lo eterno. Y los que no aprendieron, se quedarán incluso sin infierno.
¿Qué demonios pensabas? ¿Que mi Libro era un juego como este?
Todo lo que te estoy diciendo quedó escrito a modo de "avisito" en el Apocalipsis; dónde también se dice que en estos tiempos, por penitencia, ¡NO HABRÁ EN MÍ MÁS PACIENCIA!
¡Por supuesto que ya casi nadie lee la Biblia! Y al parecer tú tampoco la leíste; payaso soberbio.
¡Cómo me he solazado contigo a través de los siglos! 
Y desde hoy podremos jugar eternamente ¿Qué te parece?
¡Ja!
¡Y mira qué curioso!
Anda, mueve tu caballito para el jaque mate y para que ganes la divinidad. Aunque debo decirte que éste ha sido "Mi" jueguito. Pues a propósito de Apocalipsis, con uno de "Mis" cuatro caballitos que he hecho que lo manejara cierto tonto útil que se cree un jinete, ya he ganado el juego.
El tablero es mío, siempre ha sido mío y te lo dije desde el comienzo.
¡Jaque Mate!
"Ha venido, lararalala ...."