lunes, julio 26

El mono de los deseos y Deja Vú

Según la leyenda, quien encontrara un mono con esas características, podría pedir un deseo y el animal se encargaría de hacerlo realidad.
Tiene dos cabezas, dos colas y seis patas, cuentan, y además un ojo en la parte trasera de la cabeza. Y como siempre me llamó la atención esa historia pues no sé, un día quise hacer en cerámica blanca lo que nunca se borró de mi mente, el mono de los deseos, historia que ni siquiera recuerdo quién me la contó alguna vez o de dónde la vi o leí, pero fue en mi niñez; aunque mi padre y mi madre dicen no haberme contado jamás tal cuento. En fin.

El asunto fue, que quien lo veía quedaba como prendado de él y me encargaba uno; hasta que un día le tomé una foto y lo expuse en una tienda en Internet y pedí un deseo.

Luego los encargos eran cada vez en mayor cantidad hasta que comenzaron a llegar a mi mail correos pidiendo mayor explicación acerca de la leyenda…
Y fue así como comencé a crear esta historia, la cual no comprendo cómo se pudo propagar tanto. Tuve que contratar gente para hacer más réplicas del mono y ya prácticamente tengo una empresa de la cual vivo y que cada día crece más.

Lo cierto es que con el tiempo, un coleccionista de Jordania se comunicó conmigo vía telefónica para contarme que habían encontrado en unas excavaciones un mono idéntico al que yo había diseñado; y como mi situación había mejorado notablemente, decidí viajar a aquel país para ver la figura.

Era prácticamente idéntico, sólo que debajo de él estaba escrito en sanscrito:
"Tu deseo fue concedido, ¿Recuerdas cuando nos conocimos?... "
Fue como si el maldito mono me estuviera saludando personalmente a mí; sentí que me desmayaba y no entendía nada.

Hoy, comprendo quizá un poco si vuelvo a mi deseo, pues la vez que subí su foto a Internet pedí:
Quiero saber si realmente existe el mono….
…como quisiera volver a pedir un deseo; pues sería ¿Cuándo nos conocimos?
Pero ya le tengo miedo al mono.

Por lo demás y según los arqueólogos el mono tiene casi 2.500 años y habría pertenecido a los Esenios. Me preguntan cómo lo realicé en cerámica sin haberlo visto; porque hasta su hallazgo no existía más información que la figura realizada por mí; y sólo puedo responder con sonrisa nerviosa que seguramente fue porque alguna vez, atrás en el tiempo, ambos nos conocimos. Y en verdad que para mí sólo era la historia del mono de los deseos y así les digo a las personas que preguntan para saber de él; pero como todo parece como si yo ya lo hubiera vivido o hubiera estado escrito, para mí es el Mono Deja Vú también.