jueves, noviembre 3

Todos Necesitamos Comunicar


Desde hace aproximadamente un año y una vez al mes, voy al centro de Santiago de Chile a pagar todas mis cuentas de una sola vez. Y luego que termino de hacer todo, me compro un helado o algo pequeño para comer y me dirijo a la Plaza de Armas para sentarme en alguna banca. No sé; me gusta estar allí y observar a las personas y el entorno. Y también dar comida a las palomas. Y aunque nunca me siento en el mismo lugar, es como si yo fuera una especie de confesionario ambulante, porque persona que se sienta a mi lado, comienza a hablarme y a contarme parte de su vida o situación actual.
Son tantas las historias que he oído; por ejemplo el señor Peruano que llevaba tres años en Chile trabajando y según él le iba bien; pero extrañaba tanto a su hija adolescente, que no pudo resistir ponerse a llorar conmigo. Supongo ya ha de estar nuevamente en su país.
En otra ocasión, una señora que esperaba a su pareja, me contó parte de su vida; al que esperaba era su amante. También otro señor una vez se me acercó y mientras ambos dábamos alimento a las palomas, me dio toda una charla de las costumbres de estas aves, pues su divorcio tuvo que ver con ellas; la esposa no soportó la casa llena del excremento de las palomas que él un día decidió criar. Aprendí bastante de las aves, el amor y la tolerancia de las personas.
Hay muchas historias que podría contar, porque me he dado cuenta que en la Plaza de Armas son infinitos los mundos que lleva cada ser en su interior y que existen muchas personas que necesitan que las escuchen. Pero es curioso, porque cuando me han preguntado qué hago yo allí o si espero a alguien, contesto la verdad; que me gusta observar en soledad a los demás y visitar a las palomas. -"¡Ah!”-dicen y siguen contándome sus historias.
Y así, una vez al mes, siempre hay alguien que desea hablar y ser oído en aquel espacio de todos. Es un lugar positivo y para el desahogo. Pienso. Los estudiantes de psicología, deberían ir allí. O quizá psicólogos y psiquiatras ya titulados.
Necesitaba escribir acerca de esto que observo una vez al mes, en 2 ó 3 horas.